LA SANTISIMA CRUZ DE CARAVACA Y LOS CABALLOS DEL VINO
Edita: Real e
Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz / CajaMurcia
Caravaca de la Cruz,
1986
Tamaño: 29 x 21
cm.
Imprenta. Color
Número páginas: 14
Encuadernado con grapa.
Imprenta:
Delphos S.A.
Reedición en
formato opúsculo de la colección de cromos “Milagro de la aparición de la Vera
Cruz de Caravaca” de 1950 creada para la empresa local Chocolates Supremo y
realizada íntegramente por Luis López Motos donde se cuenta la leyenda de la
extraña aparición de la cruz doble caravaqueña en el siglo XIII. Como
complemento se añadía otra historia con la leyenda del origen de la, hoy día,
fiesta popular de los Caballos del Vino que data, igualmente, del mismo siglo
realizada, en igual formato que la anterior pero expresamente para esta edición,
por el dibujante local Paco Navarro con textos del Cronista Oficial de la
ciudad José Antonio Melgares en base a la narración de Manuel Guerrero Torres.
La colección
original de cromos, editada por la caravaqueña Chocolates Supremo en 1950,
constaba de 25 cromos con leyenda al dorso, se disponían entre el
envoltorio de papel de estaño y la cubierta de cada pastilla de chocolate. Como era habitual se coleccionaban en su correspondiente álbum.
En 1988, se realizó una nueva reedición de las ilustraciones de los cromos como acompañamiento de un nuevo texto realizado en la revista Cabila Mora Fei Abufei de la localidad.
LUIS LOPEZ MOTOS
Caravaca de la Cruz, 1912 - Madrid, 1981
Dibujante y
caricaturista, se inicia en la década de los treinta colaborando en la prensa
regional en La Verdad y El Liberal. Algo antes, en 1928, tras cursar los estudios básicos, marcha a Madrid para cursar estudios de periodismo y al acabar la carrera se queda en aquella ciudad trabajando en diversas redacciones como en el periódico Arriba, ABC, La Gaceta Literaria o el Heraldo de Madrid. Es desde su residencia madrileña que colaboraría, episódicamente, con los diarios murcianos.
Su amistad con el también humorista gráfico y redactor Tono le empujó hacia la vertiente del humor y, en 1962,
se dedica plenamente al humor gráfico en su vertiente más satírica tanto a
nivel regional como nacional. De clara
intuición psicológica, utilizaba la sorpresa para conectar al lector. Creador
de recursos expresivos que usaba en caricaturas y chistes, llegando a inventar la Motigrafía, género
humorístico en el que utilizaba símbolos para desarrollar un motivo gráfico y
sobre la que impartió múltiples conferencias por toda España desde 1950 a 1970.
En 1949, la empresa Chocolates Supremo, al conocer su origen caravaqueño, lo contrató para la realización de uno de sus álbumes de cromos: Historia de la Cruz de Caravaca, aprovechando sus breves viajes a la localidad para visitar a su tía, la mujer que se ocupó de él tras quedar huérfano a muy temprana edad. Siempre comentaría que su tía fue como una madre.
En la década de los setenta deja el periodismo y se decanta hacia labores de decoración de interiores y pintura. A la par, los derroteros por los que se encaminaba el humor de la transición, que no le agradaban y tan diferentes al del tipo La Codorniz que él realizaba, le llevaron a abandonar, también, el humor gráfico. Su última obra la realizaría para la Concejalía de Cultura y Educación de Caravaca: El arte de Birli Birloque, un libro para enseñar a dibujar a los chavales que no llegaría a ver impreso ya que, enfermo de cáncer, fallecería.